Atleta estadounidense compite con velo islámico en Río 2016

Esta es una historia que da a los Juegos Olímpicos de Río 2016 una razón válida para su realización.

El hiyab que porta Ibtihaj Muhammad es la forma de decir que está orgullosa de ser musulmana. Lo presume a nivel mundial, porque los ojos del planeta estuvieron pendientes de su participación en Río. Para ella, el bronce obtenido en esgrima, y que no se quita del pecho, es la reivindicación de su religión.

La primera atleta de Estados Unidos en competir con el velo islámico señala que el deporte puede pacificar al mundo, pese a las diferentes maneras de pensar o de tener el color de piel.

Revela que tiene lazos familiares con México, al que visita a menudo.

—¿Qué sientes de haber hecho historia? No sólo competiste con el hiyab, sino que ganaste una medalla de bronce en sable.

—Ha sido una experiencia fenomenal. Honestamente es surrealista. Mis sueños, las más grandes ilusiones que tenía, se han vuelto realidad. Voy a casa sabiendo que hice bien las cosas para el equipo de Estados Unidos.

—¿Cómo fue tu experiencia de ser musulmana, justo en el momento en que el mundo los mira con recelo?

—Mi experiencia ha sido distinta a la que muchos piensan acerca de los atletas musulmanes. Hay concepciones erróneas sobre la comunidad musulmana. He venido a los Olímpicos a demostrar que somos productivos para la sociedad, que cualquiera puede ser un digno representante de Estados Unidos.

—Hablas muy bien castellano… ¿Qué relación tienes con México?

—Mi hermano fue a Los Ángeles y ahí conoció a la que hoy es su esposa, que es mexicana, de Guadalajara. He estado en México muchas veces, conozco por allá. Mi mejor amigo es de ‘Querrao’ [Querétaro], no sé bien cómo decirlo, es una palabra muy difícil para mí. México es un país muy cercano a mi corazón.

—¿Cómo erradicar la violencia en México y Estados Unidos?

—No sólo pasa en México o en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Creo que es importante que cada uno luche por lo que cree, darle poder a los sueños. Si cada uno trabaja duro, es más fácil alcanzar los sueños.

—¿Cuál es la forma que ves para detener el odio en el mundo?

—Hay muchas iniciativas. Tengo patrocinadores como Visa que me han aceptado porque soy musulmana, afroamericana, porque soy una atleta. Todos queremos ser incluidos. Eso es precisamente lo que importa del deporte, lo más bello que tiene es que busca integrar a todos, con tolerancia.

—¿En qué forma pueden los Juegos Olímpicos detener la ola de violencia que hay en el planeta?

—Los aros olímpicos sirven para tender puentes, unir culturas, unifica, porque todos tienen una sola creencia enfrente, que es la de ganar. ¿A quién no le gusta el deporte? ¿Quién no disfruta del futbol? Estoy emocionada por ser una embajadora del mundo del deporte.

—Es difícil ser una atleta musulmana hoy en día?

—Cada vez hay mayor aceptación, somos parte de una minoría, pero nos hemos integrado. Estados Unidos ha sido incluyente. Estoy muy emocionada de poder ver minorías, musulmanes e inmigrantes que saben que ejerciendo una disciplina deportiva pueden ser aceptados. De eso se trata el deporte. (Publicado por El Universal)

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