Militarización de Cancún no para violencia

Cancún.- Pese a la reciente llegada de 600 militares, la turística ciudad tuvo un sangriento amanecer el domingo cuando una triple ejecución fue realizada en un bar, a escasos 200 metros del acceso a la Zona Hotelera del principal destino turístico de México y América Latina.

El saldo preliminar fue de tres muertos e igual número de lesionados tras un enfrentamiento registrado en el bar Santino, ubicado sobre la avenida Nader, casi esquina con Cobá.

El inmueble sería propiedad de Isidro Santamaría Casanova, señalado como cacique (26 años al frente del gremio) y secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Quintana Roo, y actual quinto regidor (Obras Públicas y Servicios Públicos) del ayuntamiento de Benito Juárez.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 06:30 horas del domingo, cuando se registró la balacera en el céntrico negocio de Cancún, a escasos 350 metros del palacio municipal; los agentes que acudieron al lugar señalaron que se trató de un ataque armado contra el negocio, donde fue dejada una narcomanta.

Un taxista fue ejecutado sobre la avenida Cobá a bordo de su unidad, otro sujeto fue asesinado en el lugar, y la otra víctima trayecto al hospital.

Vecinos del lugar comentaron que el bar cerraba alrededor de las nueve de la mañana del día siguiente; es decir, daba “servicio” más de 12 horas porque abría a las siete de la noche y, en ese sentido, preguntaron qué está pasando en el municipio, que autoriza permisos a diestra y siniestra.

Otros comentaron que la mayoría de negocios en la céntrica avenida –a espaldas de la Tulum, la principal de la ciudad– son de las llamados after –locales abiertos tras el horario de cierre legalmente establecido– y que hay días que cierran hasta las dos de la tarde; entre taxistas es conocido como refugio de narcos porque “ahí caen hasta el amanecer”.

Otra vez

El nombre de Isidro Santamaría se ventiló la mañana del lunes 27 de marzo en otro hecho sangriento: la ejecución 27, cuando el delegado de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) en Quintana Roo, Carlos Mauricio C.L., recibió tres balazos cuando salía de su domicilio, ubicado en la 225.

La esposa de la víctima dijo sospechar que el líder sindical habría mandado balear a su pareja porque “tenía problemas con el regidor Santamaría, quien en varias ocasiones ya lo había amenazado con golpearlo porque (el occiso), junto con otras personas, trataban de crear un nuevo sindicato”.

(Con información de La Jornada)

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