Los más necesitados se quedarán sin fondo de retiro

Ciudad de México. Si la tendencia de generación de trabajo formal se mantiene como está actualmente, la población se enfrentará dentro de 30 años a malos servicios y podrá despedirse de su derecho al retiro.

De acuerdo con el Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY) y los resultados de sus estudios vertidos en el libro El Sistema Financiero Mexicano, diagnóstico y recomendaciones, México requiere de mejores mecanismos que amplíen las opciones de movilidad social, entendiendo ese concepto como la posibilidad de que haya movimiento de la sociedad, tanto ascendente como descendente en el bienestar socioeconómico; tanto a nivel individuo como de los hogares.

El estudio sostiene que, aunque el sistema financiero se encuentro en un buen momento, el panorama para la industria es complejo e incierto.

Enrique Díaz Infante, Director del Programa de Sector Financiero y Seguridad Social del CEEY, explicó en entrevista con SinEmbargo, que el sistema financiero, dados los niveles tan bajos que existen de inclusión financiera, es decir la parte del ahorro, afores y seguros de los hogares, no impulsa la movilidad social, o sea, el desarrollo de las personas.

“Es uno de los descubrimientos; que habiendo una relación positiva entre el sistema financiero y el crecimiento, y teniendo posibilidades para impulsar el desarrollo, la penetración tiene un nivel bajo y no ayuda a impulsar dicha movilidad social. Vemos que el acceso al sistema financiero en lo que son los deciles bajos de la sociedad, está muy limitado. Las familias de escasos recursos no tienen acceso suficiente al ahorro, a seguros y afores, porque ahí están los rangos más altos de informalidad”, comentó.

Esto provoca que las familias no tengan ahorros vía afore, seguros y créditos financieros. Éstos son limitados, aún en el caso de las entidades de ahorro y crédito popular.

Por esta razón, gran parte de la sociedad recurre al ahorro informal, y eso también la hace limitada.

A nivel nacional, sólo 4 de cada 10 tienen esa capacidad de ahorrar en el sistema formal y no hacerlo en el sector, implica incertidumbre. En el tema de las afores, la formalidad del empleo tan baja en México y el ahorro voluntario tan pobre, que el ahorro para el retiro es muy limitado.

“El sistema financiero en todas sus funciones de ahorro y de manejo de riesgos, tiene una penetración muy baja y aporta poco al desarrollo, no lo suficiente. Sí vemos un crecimiento de la clase media, pero mientras no se brinde formalidad en el empleo, será una población que no va a contar con ahorro para el retiro y los créditos que pueda obtener no son de la mejor calidad en cuanto a costo y plazos. Necesitamos un servicio y un sector financiero que se base en la estructura de la sociedad”, agregó Díaz Infante.

Se prevé que para el año 2030, habrá 60 millones de adultos de entre 25 y 60 años. De acuerdo con el estudio del CEEY, se estima un crecimiento de la clase media y por lo tanto, de los servicios y pensiones, ya que la población estará conformada por adultos en edad laboral.

Por tal razón, la generación de ahorro es una función esencial en el sistema financiero, “la formación de una base de ahorro es indispensable para el crecimiento económico, principalmente a través de su transformación en inversión. Para ello, se requiere de un sistema financiero que permita este proceso con fluidez”, señala el estudio.

Uno de los retos que detecta es cubrir a la población que está excluida del sistema financiero, en generar mayor ahorro para el retiro, y en mejorar la calidad en los servicios de ahorro y transaccionales.

Es el reto es contar con servicios de ahorro más adecuados a las necesidades de distintos segmentos de la población y luego la inclusión financiera como un mecanismo para permitir que los hogares puedan generar ahorro.

De acuerdo con el libro, las limitantes para la formación del ahorro en segmentos de la población se explican por costos de transacción, barreras reguladoras, falta de confianza en el sistema financiero, problemas de información, problemas de cocción social (negociación dentro de los hogares para distribución de los recursos) y sesgos en el autocontrol, forma en que se solucionan problemas financieros,

En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015 del Inegi, 44 por ciento de los adultos entre 18 y 70 años son usuarios de ahorro formal (cuentas de nómina, ahorro, cheques, a plazo y otras). De la misma población, 32.4 por ciento son usuarios del ahorro informal (ahorro en casa, tandas, familia y cajas de ahorro no formalizadas).

(Con información de AFP)

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