Cede el robo; tenemos el control, señala AMLO

La delincuencia organizada busca impedir el abasto de gasolina y, además, que se abran los ductos y las cosas vuelvan a estar como antes

Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el gobierno tiene el control de la situación surgida por el combate al robo de combustible y que se avanza hacia la normalidad, lo cual no significa, como corroboran los funcionarios, la ausencia de nuevos intentos de saqueo y sabotaje.

En la conferencia de prensa de este miércoles, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Oropeza, informó que desde el 1 de enero ha disminuido el robo de combustible, debido al monitoreo de distribución, el control de los ductos y la vigilancia a cargo de las fuerzas de seguridad.

Oropeza indicó que el ducto Tula-Azcapotzalco sufrió un ataque a la medianoche del martes al miércoles y estaba en curso su reparación.

En cambio, el Tuxpan-Azcapotzalco, varias veces saboteado en los últimos días, funciona con normalidad y transporta 170 mil barriles diarios, informó el director de Pemex.

También a la medianoche hubo un intento de robo en el ducto Tula-Toluca, informó el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval.

A los tres minutos de recibido el reporte de movimientos extraños, salió de la base de Santa Lucía una fuerza de tarea a bordo de un helicóptero.

La nave no pudo descender en el lugar de los hechos por la niebla, pero un grupo terrestre pudo acercarse al punto y detectó que los asaltantes no pudieron consumar el robo, indicó el general secretario.

Objetivos de la delincuencia

El objetivo de los ataques, dijo el mandatario, no es sólo impedir que se estabilice el abasto, sino también para ver si retrocedemos y abrimos todos los ductos y que las cosas se mantengan como estaban, o sea, que nos demos por vencidos, preciso el presidente López Obrador el martes.

Indicó que, en paralelo a la estrategia de seguridad de los ductos, se ha iniciado la distribución de los beneficios de los programas sociales en las comunidades aledañas, para evitar que los pobladores se dediquen actividades antisociales.

De forma complementaria, para abatir la escasez de hidrocarburos se adquirirán 500 pipas de 60 mil litros de capacidad cada una, para que no se repita el problema de la falta de suministro, y esos equipos “serán financiados con el dinero del combustible que ya no se perderá por el robo.

Tanto en su conferencia matutina como en su gira por Iztapalapa, López Obrador aseveró que detrás de estos sabotajes se encuentra no sólo la delincuencia que durante años mantuvo este negocio ilícito, sino también personas involucradas de sectores políticos –que en el mejor de los casos lo toleraron– o algunos trabajadores petroleros irresponsables.

El Presidente fue más allá al señalar que se llegó al extremo de que cuando se estaba construyendo el aeropuerto en Texcoco, en el lago había depósitos de combustible robado en la obra. O bien, en la carretera de Puebla con foquitos se alumbraba para señalar que había un depósito de gasolina robada para venderla más barata”.

En este contexto anunció que la próxima semana realizará una gira a lo largo de todas las comunidades aledañas al ducto Tuxpan-Azcapotzalco, para realizar asambleas y hablar directamente con la gente.

Hacia el mediodía el mandatario fue más elocuente en su diagnóstico de la coyuntura:

Claro que hay reacciones porque se arraigó la corrupción, las prácticas viciosas. Incluso se quiso convertir en cómplice a todo nuestro pueblo valiéndose de la necesidad, de la pobreza de la gente. Muchos se vieron en la situación de aceptar dádivas del robo de los combustibles por donde pasan los ductos para permitir la ordeña, las tomas clandestinas. Era un robo a la nación y para permitir eso les daban algo a los pobladores, indicó.

(Con información de La Jornada)

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