87% de personas en pobreza en México, son jóvenes

Ciudad de México. A una gran cantidad de jóvenes se les ha cancelado el futuro, advierte el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” planteado por el próximo gobierno.

Especialistas aseguraron que el obstáculo a una educación superior, la falta de capacitación a estudiantes y los salarios bajos en el mercado laboral son la raíz de que el 44.3 por ciento de los jóvenes viva en situación de pobreza en México y con riesgo a recurrir a la migración o a actividades ilícitas, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Además, el 87 por ciento de las personas en pobreza, tanto extrema como moderada, y vulnerables a serlo, son jóvenes. En el caso de indígenas de esa edad, el 72.8 por ciento está en esa situación.

En el país viven 21.6 millones de mexicanos entre los 15 y 24 años que están en condiciones de trabajar y/o estudiar, pero el 66.8 por ciento de 15 a 29 años no asiste a la escuela, el 5.8 por ciento no tiene empleo, el 59.5 por ciento labora en la informalidad, y 15.2 millones viven en pobreza por ingresos, muestran cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El investigador de la Iberoamericana Miguel Reyes, dijo que el problema más allá del acceso a la educación es que no se han creado suficientes empleos bien pagados y no precarios.

“Dos terceras partes de la población joven y el 60 por ciento de la población total están en precariedad, porque no le pagas por encima de la línea de pobreza, trabajan más de ocho horas, no hay seguridad social, no hay prestaciones de ley”, documentó. “El mensaje que se le envía a los jóvenes y a la sociedad es: migración, informalidad, crimen organizado. Los sicarios son jóvenes que por 4 o 6 mil pesos cortan cabezas, matan, trafican. Son poblaciones enteras que captura el crimen organizado porque no hay nada qué hacer en esas localidades en términos de actividad económica y capturas generaciones completas”, sostuvo.

La economista Carmen Ponce coincidió en que “además de la migración o la delincuencia, hay empobrecimiento en los jóvenes [que no pueden estudiar ni trabajar]. Los que trabajan también viven en condiciones de pobreza, y los salarios de las mujeres son más bajos”, planteó.

El programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, presentado esta semana por Luisa Alcalde, próxima titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, busca abordar dos problemáticas: el acceso al trabajo y completar los estudios universitarios para 2.6 millones de jóvenes de los 3.9 millones que no pueden estudiar ni trabajar en el país, el 22 por ciento de la población joven.

“Siete de cada 10 mal llamados ninis son mujeres. No acepto ese término porque son jóvenes que no pudieron tener acceso a la escuela y que tampoco pudieron tener acceso al trabajo”, dijo la economista Carmen Ponce.

Gerardo Franco, investigador del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), afirmó que “se trata de la ausencia de una política pública verdaderamente encaminada a atender las necesidades de los jóvenes”.

De septiembre a noviembre, casa por casa se les inscribirá en el programa para que estudien o se capaciten en actividades productivas con empresas pequeñas, medianas y grandes, del sector público, privado y de organizaciones sociales. El Gobierno federal es quien les pagará con una beca de 3 mil 600 pesos mensuales hasta por un año y les dará seguro social. No hay costo para el empresario. Se calcula una inversión de 110 mil millones de pesos, por lo que se solicitará un informe mensual para el control de recursos.

“Una parte del sector productivo dice que no encuentra empleados capacitados; los muchachos por su parte no tienen las competencias necesarias”, aseguró Tomás Pérez Alvarado, investigador de la UNAM y consultor en temas de empleabilidad. “Tiene que ver mucho el dinamismo de la vinculación y que las habilidades de los muchachos estén asociadas a una certificación que sea reconocida en centros de trabajo”.

En el caso de los 15 millones de jóvenes ocupados, el 59.5 por ciento (8.9 millones) labora en el sector informal, en su mayoría de 15 a 19 años en el sector servicios, de acuerdo con el Inegi.

“Los porcentajes de desempleo está en gente que tiene licenciaturas y maestrías. La educación ya no representa la opción”, dijo la economista Carmen Ponce. “[Y] la juventud que trabaja lo hace en condiciones muy difíciles y carece de seguridad social”.

En mujeres jóvenes la situación es peor: son tres veces más propensas a no tener empleo, a no estudiar y no recibir capacitación, en comparación con los hombres, de acuerdo con la OCDE.

“Hay más pobreza femenina”, sentenció la economista Carmen Ponce.

“Hay un proceso de discriminación muy fuerte en el mercado laboral hacia las mujeres. Además, el mercado laboral es masculino. Las mujeres necesitan un horario flexible, porque también tienen que cumplir con sus obligaciones de carga de género que están en el espacio privado que son el trabajo del hogar, el cuidado de los hijos, enfermos, ancianos y la alimentación”, explicó.

(Con información de Forbes México)

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