¿Qué es peor, Lady Lencería o Ley Chayote?
Al leer la nota de Lady Lencería tuve sentimientos encontrados, primero me enfadé, luego, lo admito, me burlé y después me pregunté: ¿qué sigue, video porno en Balcón Central, orgía en el Salón de Embajadores?
Pero en seguida dije, no hagas tanto escándalo por unas fotos de una chica que intenta ser famosa posando el trasero en un piano de Palacio Nacional, cuando el PRI acaba de aprobar la «Ley Chayote», para permitir que Peña Nieto gaste en todo su sexenio unos 60 mil millones en publicidad oficial o no, en un infructuoso intento por mejorar su imagen.
Mientras sigue ganando terreno la polarización del país y la guerra sucia de la que todos somos parte, porque sin verificar compartimos noticias falsas o tergiversadas sobre tal o cual candidato y nos enfurecemos porque nuestros amigos no piensan como nosotros.
Mientras diputados y senadores usan la Constitución en calidad de papel higiénico cuando quieren, pero cuando les conviene mencionan La Carta Magna en sus discursos demagogos…
En fin, pareciera que en estos tiempos revueltos lo primordial es buscar instantes de fama a como dé lugar: maltratando animales, provocando peleas de estudiantes, golpizas a niños y lo que ocasione morbo para buscar «likes» o compartidos en redes sociales, adolescentes en poses sugerentes, niñas bailando sexy y todo lo que implique ser «irreverente».
¡Así está el patio, colegas!
