Ya vendieron Pemex, cuidemos ahora el futuro energético del país
El declive nacional y mundial de los recursos energéticos no renovables ha puesto en evidencia la necesidad de prever las energías alternativas renovables como la eólica y la solar, entre otras.
Por si fuera poco, las políticas públicas federales establecidas por los gobiernos priistas y panistas durante los últimos 25 años han dado al traste con Pemex, una de las empresas más prósperas del mundo, al no construir refinerías adecuadas para transformar el petróleo nacional en combustibles de calidad.
Para colmo, los yacimientos profundos han sido rematados a empresas extranjeras y algunas nacionales que terminarán de exprimir la riqueza petrolera que los políticos se encargaron de dilapidar y robar sexenio tras sexenio.
Sin embargo, hay que ver el futuro que ya está aquí. Las energías renovables son lo de hoy y lo de mañana.
Pero para ello, se “necesitan las tierras raras, un grupo de 17 elementos químicos cuyas aleaciones favorecen la eficiencia de aerogeneradores eólicos, la iluminación tipo LED en casas y calles y el transporte tanto eléctrico como de celdas de combustible a base de hidrógeno”, así lo evidencia Lorenzo Martínez Gómez, investigador del Instituto de Ciencias Físicas (ICF).
Es gracias al desarrollo de aleaciones de tierras raras que fue posible que la energía eólica tuviera un papel preponderante en todo el mundo. Lo mismo pasa con la tecnología LED que permitió reducir los costos de la iluminación en todo el mundo.
Otro punto relevante es el desarrollo de autos eléctricos, que hasta hace poco tenían una autonomía de apenas 50 kilómetros mientras actualmente se ha logrado llegar hasta 600 kilómetros, sin necesidad de recargar energía
Pues bien, estas tierras raras abundan en el estado de Oaxaca, así como en Hidalgo, Zacatecas, Coahuila, Sonora, Sinaloa y Durango. Esperamos que el gobierno de Enrique Peña Nieto no termine vendiendo todos los territorios donde se encuentran estos materiales.
Y un elemento igualmente importante es la educación. Sí, es necesario preparar los recursos humanos que podrán realizar la extracción, aplicar la tecnología y los desarrollos científicos que permitirán el aprovechamiento de estos recursos naturales.
Tenemos la materia prima, pero por favor, no la vendamos. Transformémosla y generemos energía para un mejor futuro del país.
Lo que está en juego es la sostenibilidad energética de México, la viabilidad nacional toda.
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