Transnacionales, un peligro para los chiapanecos

Un estado con 3 millones 950 mil seres humanos en situación de pobreza y de estos, más de un millón 650 mil se hayan en pobreza extrema; donde también, más de 800 mil personas son vulnerables; una entidad donde las personas no pobres y no vulnerables no rebasan los 315 mil individuos: Chiapas.

¿Y los extremadamente ricos? Bueno, ellos no aparecen en las mediciones del Coneval, son estadísticamente insignificantes, aunque sean los que detentan el poder.

¿Es Chiapas un estado pobre? No. Sólo por mencionar algunas de sus riquezas cabe mencionar: la hídrica, minera, petrolera, gasífera, maderable, costera, marítima, cultural… serían suficientes para convertirlo en uno de los enclaves del desarrollo nacional.

Pero, el desarrollo se quedó a las puertas de la entidad, no así la explotación de los grupos indígenas que han sido sometidos una y otra vez, desde tiempos precolombinos y la llegada de los españoles hasta el presente siglo, donde las grandes empresas transnacionales amenazan su futuro.

¿Ideas contradictorias? No. Se trata aprovechar los recursos naturales en beneficio de los pueblos originales, tanto como de los inversionistas y el Estado. ES decir, no sólo de la gran mayoría de pobres, sino de todos los actores sociales en una justa proporción. No como ahora, que reparten migajas en las comunidades (los espejitos de siempre).

Se trata de ver más de los beneficios, cuáles son los daños ambientales que se producirán con la explotación de sus riquezas, de las medidas de prevención para evitar daños a la salud de los habitantes de las comunidades indígenas.

Se necesita ver más allá de los empleos que se puedan generar y verificar que están bien pagados, que cuenten con la seguridad social, laboral y de higiene adecuadas a las normas internacionales: las vidas de los chiapanecos no valen menos que las de los canadienses.

Hemos supuesto que para eso está el gobierno y los partidos, es decir, la clase política. No es así. Resulta que a los gobernantes (y da igual que sean de la federación, del estado o los municipios) únicamente les preocupa cuánto dinero pueden obtener a cambio de favorecer tal proyecto, tal industria, tal empresa, y gana que les ofrezca más beneficios económicos a ellos, sea legal o ilegalmente.

¿Cómo pueden los indígenas evitar que los peores augurios se cumplan? La respuesta es la misma que en otras épocas: la unidad, la organización, el estudio, el uso de los recursos jurídicos nacionales e internacionales. De otra manera, serán expulsados de sus propias tierras, serán explotados y la pobreza crecerá aún más en los poblados.

Sólo algunos cuantos se beneficiarán y juntarán millones en sus cuentas bancarias en paraísos fiscales. Están a tiempo de luchar, antes que la neo colonización se instaure. Si ahora les puede costar la cárcel y hasta algunas vidas, después les costará mil veces más.

 

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