Duarte se va: ¡ES ‘CHOU’, ES ‘CHOU’!

Otra de las campañas que trae el gobierno federal (a nivel mediático por supuesto) es la supuesta lucha contra gobernadores corruptos.

El caso más emblemático es, por supuesto, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte quien pidió licencia al cargo y se la concedieron.

En lugar de realizar la petición de desafuero, para poder vincular a proceso al mandatario por los delitos de enriquecimiento ilícito y desvío de recursos (por los cuales ya está acusado ante la PGR, pero no ante un juez) así como por operaciones con recursos de procedencia ilícita, se han ido por el expediente fácil de la denuncia y el escarnio públicos.

Este procedimiento, muy aparatoso y nada efectivo en términos legales, pretende ser capitalizado en materia electoral para cambiar la percepción negativa que arrastra el PRI y los gobiernos que de él han emanado, desde el presidente de la República hasta los gobernadores y presidentes municipales, pasando por el Congreso de la Unión, los congresos de los estados y los ayuntamientos.

Así, el PRI ha ‘castigado’ a Javier Duarte con el látigo de su desprecio, retirándole sus derechos partidistas; además, ha pedido que se castigue de manera ejemplar a quienes han saqueado el erario veracruzano aunque premia a los Moreira de Coahuila integrando a la esposa en la plantilla nacional tricolor. Y tampoco pide que se castiguen los abusos en la presidencia de la república y el gabinete presidencial.

La PGR (se entiende que es una dependencia del Poder Ejecutivo  Federal) recibe la denuncia contra Javier Duarte y ahí va resguardando la carpeta del caso ya sea para sacarla en el momento que considere oportuno o darle carpetazo al asunto. Y dirán sus defensores “ahh, este columnista es parcial, si actúa mal y si no actúa mal”, no, lo que pasa es que ya debería haber actuado y no lo ha hecho.

Bueno, no procede contra Duarte pero sí contra algunos contratistas, un pequeño sesgo justiciero. De ahí que se entienda el agradecimiento a EPN por todo el apoyo recibido.

Ante el aparente éxito de audiencia, el PAN ha hecho lo propio y ha suspendido los derechos partidistas de Guillermo Padrés, ex gobernador de Sonora, hasta en tanto las autoridades definan su situación legal. En este sentido, el PRD se ha visto lento pues bien podría hacer lo propio con varios de sus ex gobernadores.

Yo espero que más allá del escándalo mediático y en redes sociales, los ciudadanos conserven en la memoria los gobiernos (de cualquier partido), que vean si efectivamente se actúa contra los corruptos con cárcel y reparación del daño o simplemente, como dicen algunos comediantes ¡es ‘chou’, es ‘chou’!

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