Rusia niega accidente nuclear tras detección de polución radiactiva

La agencia nuclear rusa, Rosatom, aseguró este martes que no registró «ningún incidente ni avería» en sus instalaciones nucleares a pesar de la contaminación radiactiva por rutenio 106 detectada por los servicios meteorológicos del país, que confirman los informes de varias agencias de vigilancia europeas.

El anuncio, difundido por el servicio de prensa de Rosatom, se produce al día siguiente de que la agencia meteorológica rusa Rosguidromet confirmara que se habían detectado concentraciones «sumamente elevadas» de rutenio 106, un isótopo radioactivo, a finales de septiembre en el sur de los Urales.

Entre las estaciones que registraron las mayores dosis de rutenio 106, un producto de fisión proveniente de la industria nuclear, figura la de Arguaiach.

Entre el 26 de septiembre y el 1 de octubre, se registró «una concentración extremadamente elevada (…) superando 986 veces» la tasa de rutenio 106.

La estación de observación de Arguaiach se encuentra cerca del complejo nuclear Mayak (sur de los montes Urales), que en 1957 sufrió uno de los peores accidentes nucleares de la historia.

Pero los gestores del complejo afirmaron en un comunicado que «la contaminación radiactiva con rutenio 106 detectada por la agencia Rosguidromet no está vinculada» a sus actividades.

El complejo de Mayak, utilizado actualmente para reciclar combustible nuclear usado, agregó no haber «manipulado rutenio 106» en 2017 y no haberlo producido desde hace varios años.

Los datos de Rosguidromet coinciden con las conclusiones del Instituto de Radioprotección y de Seguridad Nuclear francés (IRSN), que había estimado a principios de noviembre, después de una investigación, que la contaminación radiactiva detectada en Europa a finales de septiembre provenía de algún lugar «entre el Volga y los Urales».

El IRSN estimaba que la fuente de contaminación no podía provenir de un reactor nuclear, ya que otros elementos radiactivos habrían sido detectados y provocados «por un residuo de una instalación» vinculada al ciclo de combustión nuclear o a la fabricación de fuentes radiactivas.

Sin peligro para la salud

Desde principios de octubre, el IRSN y varias estaciones de observación midieron tasas anormales de rutenio 106, un elemento artificial que no existe en estado natural.

El IRSN aseguró entonces que las tasas detectadas en Europa eran ampliamente inferiores al umbral de alerta y por consecuente sin consecuencias para la salud.

«Por las cantidades residuales, las consecuencias de un accidente similar en Francia habrían necesitado localmente instaurar medidas de protección de la población», precisó.

En Rusia, el complejo Mayak asegura que las dosis registradas por Rosguidromet son, de todas formas, «20 mil veces inferiores a la dosis anual admisible y no presentan riesgos para la salud».

Estas conclusiones fueron respaldadas por varias instituciones, desde la agencia de protección del consumidor Rospotrebnadzor para quien «el máximo de rutenio 106 registrado en la atmósfera era más de 200 veces inferior al nivel admisible», al ministerio de Medio Ambiente, que evoca tasas «varias veces inferiores a la atmósfera».

El ministerio de Medio Ambiente también puso en duda «la posición de organizaciones públicas» cuyas «estimaciones incompetentes» provocaron la difusión de falsas informaciones, apuntando con esto explícitamente contra Greenpeace, que el lunes se inquietó por las consecuencias sanitarias de esta contaminación.

Desde la catástrofe de Chernóbil (Ucrania) en 1986, que contaminó buena parte de Europa, la inquietud sobre las instalaciones nucleares de la era soviética sigue latente.

En Mayak, en 1957, una avería del sistema de refrigeración había provocado la salida accidental de residuos nucleares líquidos que afectó a 260.000 personas y necesitó la evacuación de varias localidades de la región.

(Con información de AFP)

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