Ofensiva oficialista deja tres muertos más en Nicaragua

Pobladores de la ciudad de Masaya, que se rebeló contra el gobierno de Daniel Ortega, levantaron la noche del martes nuevas barricadas, tras una ofensiva de fuerzas antimotines que dejó tres muertos y elevó a 185 los fallecidos en dos meses de protestas en Nicaragua.

Camionetas cargadas con hombres armados recorren la ciudad. Se oyen balaceras, pero donde se puede «estamos levantando las barricadas y zanjas para mayor seguridad» porque no se descarta un ataque nocturno, dijo a AFP uno de los dirigentes de las protestas, Cristian Fajardo.

El sacerdote de Monimbo, Augusto Gutiérrez, dijo que fuerzas de seguridad «entraron a dejar municiones y víveres a la policía (que está acuartelada) y quitaron algunas barricadas».

Pero aseguró que la ciudad seguía en control de los jóvenes que estaban en las barricadas, aunque en el día la fuerzas progubernamentales, apoyadas por tractores y camiones de volquete de la Alcaldía de Managua, levantaron varias sobre la carretera a Masaya.

Señalando a los grupos alzados contra el gobierno y sin referirse al ataque en Masaya, la vicepresidenta Rosario Murillo advirtió que el «comandante Daniel está comprometido en frenar esa ola terrorista, de crímenes de odio, secuestros, amenazas, intimidación».

Los agentes antimotines y grupos parapoliciales llegaron, fuertemente armados, de negro y muchos con pasamontañas, desde temprano a Masaya, luego de que esta ciudad, históricamente combativa, se declaró el lunes en rebeldía para exigir la salida del poder de Ortega y su esposa Murillo.

Durante casi todo el día, detrás trincheras de adoquines, pobladores, varios de ellos encapuchados, repelieron con morteros artesanales el ataque en las calles de esta pintoresca ciudad ubicada 35 km al sureste de Managua.

La directora ejecutiva del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Marlin Sierra, confirmó tres muertos y 48 heridos en Masaya, en tanto que 37 lesionados se reportaron en Ticuantepe, a 14 km, donde la policía y grupos paramilitares y turbas atacaron el tranque (bloqueo) que era resguardado por decenas de jóvenes.

Diálogo suspendido

El ataque ocurrió luego de que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) suspendiera el diálogo mientras el gobieno no incluya a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la Unión Europea (UE) para investigar los hechos de violencia.

«Este gobierno tiene que demostrar voluntad política. Esto no es un juego, esto es serio para el futuro de Nicaragua. Aquí no se pueden seguir asesinando más personas», declaró el obispo Silvio Báez, arzobispo auxiliar de Managua.

El gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia habían acordado el viernes invitar a los organismos internacionales a ayudar a investigar la situación de violencia.

Pero la alianza opositora, que agrupa a empresarios, estudiantes y otros grupos de la sociedad civil, se retiró el lunes de las mesas de diálogo tras criticar al gobierno por el incumplimiento de ese acuerdo.

Gobierno se desmarca

El diálogo había sido retomado el viernes, tras pasar días suspendido en medio de un recrudecimiento de la violencia en las calles del país.

Los participantes tenían previsto discutir el levantamiento de los bloqueos de las vías, el adelanto de las elecciones de 2021 a marzo de 2019 y reformas en el poder judicial.

Tras la suspensión del encuentro, el gobierno emitió una declaración en la que se desmarcó de la represión y dijo haber propuesto a la oposición «trabajar para alcanzar acuerdos verificables de seguridad, paz y reconciliación» .

Estados Unidos se sumó a la presión por la presencia de organismos internacionales y por el adelantamiento de las elecciones para acortar el mandato de Ortega.

Este martes llegó a Managua Carlos Trujillo, representante del gobierno de Donald Trump ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).

«Estados Unidos condena la violencia e intimidación patrocinadas por el gobierno (…) esta mañana», dijo el departamento de Estado en un comunicado, al informar sobre el viaje de Trujillo.

En Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, condenó la violencia en Nicaragua y llamó al gobierno a cumplir los compromisos.

Las protestas comenzaron contra una reforma a la ley de seguridad social -ya retirada por el gobierno- y se fueron extendiendo para pedir la salida de Ortega, un exguerrillero de 72 años con 11 años en el poder, que combatió a la dictadura de Anastasio Somoza en 1979.

(Con información de AFP)

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