Fiscales anticorrupción, en la cuerda floja en Perú

El fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, su superior jerárquico, ha dado señales inequívocas de hostilidad hacia ellos

Lima, Perú. El importante equipo de fiscales que investiga la corrupción de la empresa brasileña Odebrecht en Perú, continúa en la incertidumbre, al descartarse versiones iniciales sobre su ratificación, convertida en una demanda nacional.

En vísperas de expirar su mandato como responsable de la más importante pesquisa en marcha, el equipo que encabeza Rafael Vela y en el que destaca el fiscal José Pérez, tienen además sobre sí una espada de Damocles.

El fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, su superior jerárquico, mas no jurisdiccional, pues los expertos son autónomos, ha dado señales inequívocas de hostilidad hacia ellos, lo que da credibilidad a las denuncias de que se propone retirarlo.

Chávarry y la junta de fiscales supremos ratificaron ayer las plazas de las investigaciones anticorrupción en marcha, lo que hizo pensar a diversos medios electrónicos que ello implicaba la confirmación del equipo de Vela y Pérez, cuya ratificación piden desde el presidente de la República, la mayoría y los partidos, la mayoría de los juristas y hasta el movimiento sindical.

Sin embargo, finalmente se aclaró que la medida solo ratifica los temas de investigación del que deben encargarse los fiscales

El fiscal de la Nación de Perú, Pedro Chávarry, ratificó hoy a los funcionarios anticorrupción, en medio de intensa presión contra su presunta decisión de retirar a dos de ellos que manejan grandes casos de corrupción política.

Esa demanda considera la continuidad del equipo como clave para recoger la información que, a cambio de inmunidad, darán en enero próximo ex ejecutivos de Odebrecht a los fiscales sobre los sobornos y financiamientos electorales que pagó en Perú, declaraciones que los involucrados buscarían impedir.

Como parte del equipo, el fiscal Pérez es considerado una especie de héroe de la lucha contra la corrupción por haber pedido y obtenido la prisión preventiva de la dirigente neoliberal Keiko Fujimori y la prohibición de salir del país para el expresidente Alan García, aliado de la primera, por presunto lavado de activos.

Pérez denunció esta semana a Chávarry por delito contra la administración de justicia, mientras en diversas regiones se multiplicaban recursos de amparo para que ni él ni Vela sean apartados de sus investigaciones.

Los partidos de Fujimori, Fuerza Popular, y de García, Apra, son prácticamente los únicos que defienden a Chávarry a capa y espada y, por sumar mayoría congresal, impiden su enjuiciamiento por diversos cargos, el menor de los cuales es el de fraude en su ascenso al rango de fiscal supremo, previo al que tiene actualmente.

Los cuestionamientos a Chávarry comenzaron en días previos a su designación por la junta de fiscales supremos, una elección precaria pues dos de estos votaron por él y otros dos en contra y él dirimió a su favor.

El rechazo a su nombramiento comenzó días antes de su inicio en el cargo, en julio pasado, y se originó en sus vínculos con el entonces vocal de la corte suprema, César Hinostroza, cabeza de una red de corrupción judicial y hoy preso en España y extraditable.

(Con información de Prensa Latina)

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