Finlandia quieren dar vuelta a 4 años de austeridad

Buscan hallar los medios justos para hacer que la sociedad finlandesa sea sostenible, no alcanza solo con la política fiscal

Después de soportar cuatro años de austeridad, los finlandeses votaban este domingo para elegir un nuevo parlamento, con los socialdemócratas como favoritos frente a la extrema derecha.

La coalición gubernamental saliente, integrada por el Centro (el partido del primer ministro Juha Sipilä), el Partido de Coalición Nacional (derecha) y el partido Reforma Azul (euroescéptico), aplicó una serie de medidas para sacar al país de la recesión en 2016.

Pero según afirmó el jefe de las filas socialdemócratas, su partido tiene que «encontrar los medios justos para hacer que la sociedad finlandesa sea sostenible (…), no alcanza solo con la política fiscal».

Antti Rinne, de 56 años, exministro de Finanzas que hizo gran parte de su carrera en el sindicalismo, centró su campaña contra las rigurosas medidas de Juha Sipilä.

«Ha habido muchos recortes y algunos en áreas como la educación, cuando era algo que prometieron no tocar», dijo la AFP Jenny, quien votó el domingo por la mañana en Helsinki.

Los colegios electorales abrieron a las 09H00 hora local (06H00 GMT). Cerca de un millón y medio de electores (más de un tercio del total) ya votaron por adelantado.

La votación cierra a las 17H00 GMT y los primeros resultados se dan a conocer poco después.

El candidato socialdemócrata cuenta con una corta ventaja sobre el partido Verdaderos Finlandeses (extrema derecha) y el Partido de la Coalición Nacional (derecha), que están codo a codo, según los sondeos.

Ningún partido logra superar el umbral de 20% de las intenciones de voto, una situación extraordinaria que podría dificultar la negociación para formar un gobierno.

La derecha y la izquierda dicen que no quieren colaborar con la extrema derecha, sin cerrar la puerta a posibles negociaciones con los Verdaderos Finlandeses.

«Quizás veamos una suerte de inclinación a la izquierda, pero no creo que se trate de un cambio importante», indico a la AFP la columnista política Sini Korpinen.

Finlandia tiene votación proporcional y una cultura política de consenso que lleva coaliciones heterogéneas al poder.

Ola populista

Los socialdemócratas – que estuvieron al frente un gobierno por última vez en 2003 – no han logrado ampliar la brecha con sus oponentes.

Algunos partidarios culpan a Rinne por su incapacidad para atraer a los jóvenes para renovar al envejecido lectorado del partido, mientras que la formación Verdaderos Finlandeses logró movilizar una base electoral hasta ahora desinteresada en la política.

El tema de la inmigración ubicó al partido de extrema derecha en el primer plano, aún cuando en Finlandia solo 6,6% de los 5,5 millones de habitantes son extranjeros.

En diciembre y enero, la detención hiper mediática de una decena de hombres extranjeros sospechosos de haber cometido agresiones sexuales indignaron al país y provocó una ola de apoyo a favor de Verdaderos Finlandeses, partido que prometió reducir considerablemente la inmigración y reforzar las reglas de asilo.

El partido también denuncia la «histeria climática» de sus adversarios, diciendo que los ciudadanos no deberían pagar por medidas adicionales contra el cambio climático.

Estado de bienestar

El desafío del próximo gobierno será también atacar el difícil tema de la protección social — en Finlandia, cuyo Estado de bienestar es uno de los más generosos del mundo, confrontado ahora a una población cada vez más envejecida y con menos nacimientos.

Además, el crecimiento del país podría desacelerarse aun cuando ya salió de la recesión.

(Con información de AFP)

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