En medio del luto, Nicaragua insiste en el diálogo para solucionar crisis

El luto envolvió este domingo a Nicaragua por la atroz muerte de seis miembros de una familia la víspera en un ataque contra su casa, como parte de la violencia que vive el país desde que iniciaron las protestas hace dos meses contra el gobierno de Daniel Ortega, que dejan 178 muertos.

En este día de receso del diálogo entre el gobierno y la oposición, que las partes intentan mantener a flote con la mediación de la Iglesia católica, se multiplicaron las críticas por la muerte de ocho personas.

Seis personas, entre ellas un niño de dos años y un bebé murieron luego que un grupo armado incendió su casa en Managua, mientras que dos personas fueron atacadas por encapuchados cuando intentaban despejar una carretera bloqueada, según las autoridades.

«¡Qué horribles días han sido éstos: muertes, tras muertes, policías jefeando hordas de paramilitares, jóvenes desaparecidos, golpeados! Tanta violencia ha culminado ayer (sábado) en el dantesco y tristísimo incendio donde pereció una familia entera con niños pequeños», repudió la reconocida escritora nicaragüense Gioconda Belli.

Belli se pronunció en una carta pública dirigida a la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo, con quien compartió el exilio durante la lucha contra la dictadura somocista (1936-1979).

Murillo, en tanto, ha rechazado la responsabilidad del gobierno en los últimos crímenes, que calificó de «monstruosidad».

Es «abominable provocar tanto dolor» y «después acusar. Cuánto descaro, cuanta maldad», refutó el sábado por la noche la esposa del presidente.

«Todos los nicaragüenses deben tomar sus responsabilidades (…) para abrir un camino nuevo de reconciliación y de paz», consideró el nuevo nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw, tras una misa en Managua.

«Los niños lloraban»

Cientos de personas sepultaron este domingo a la familia asesinada, de cuya muerte culpan a grupos apoyados por la policía.

«Eran hombres armados que andaban con fusiles, en una camioneta. Yo me tiré del balcón y todavía trataron de matarme pero no pudieron (..) los niños lloraban pidiendo auxilio», dijo en el entierro una sobreviviente, Cinthia Velázquez.

«Yo misma vi la camioneta con la policía y todos los armados», dijo la mujer durante el entierro en Managua.

La masacre, tildada como la más brutal desde que iniciaron las protestas, fue condenada por la Organización de Estados Americanos (OEA) como un crimen de «lesa humanidad».

Este domingo la violencia continuó con al menos una persona muerta en Masaya (sur), luego de que policías y paramilitares enfrentaran a manifestantes en una de las barricadas de la ciudad, informó la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.

También hubo protestas en Managua, con un plantón de personas demandando justicia para la familia masacrada y marchas en Bluefields (Caribe) y Matagalpa (norte) contra de la represión.

Al menos 178 personas han muerto desde que estallaron las protesta, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

Avances del diálogo

El diálogo reabierto el viernes entre el gobierno y la oposición logró avanzar el sábado en la discusión de la agenda de democratización, que incluye la propuesta de adelantar las elecciones presidenciales de 2021 a marzo de 2019.

«Es un avance, porque el objetivo final de este diálogo es iniciar un proceso de democratización y que se haga justicia por las víctimas de esta represión salvaje», declaró a la AFP Ernesto Medina, rector de la privada Universidad Americana (UAM).

Las sesiones continuarán el lunes con las comisiones de trabajo creadas para tratar las reformas en el Estado.

«Máquinas para matar»

Medina lamentó que mientras se busca una solución pacífica a la crisis en el dialogo, aumente la represión.

«El gobierno no asume su responsabilidad» cuando «son ellos los que han armado, financiado a estas fuerzas criminales que se han convertido en una seria amenaza», dijo. «Son una máquina para matar a un pueblo desarmado».

Los obispos, sin embargo, están convencidos de que si no se insiste en el diálogo no habría «una montaña de muertos (..) sino ríos de sangre», afirmó el obispo Rolando Alvarez durante una misa en la norteña ciudad de Matagalpa.

El diálogo es lo único que puede evitar «una catástrofe mayor», advirtió.

El presidente debe irse «para facilitar la reforma, la transición y elecciones libres», dijo en un tuit Carlos Fernando Chamorro, periodista e hijo de la expresidenta Violeta Barrios.

Nicaragua vive un clima permanente de protestas desde que comenzaron las manifestaciones contra una fallida reforma de pensiones, que se extendieron luego por inconformidad con la pareja presidencial.

(Con información de AFP)

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