Retorna polémica sobre obligatoriedad de vacunación en Italia

Roma, Italia. La actual ley sobre vacunación obligatoria para menores de 16 años en Italia, promovida por el exprimer ministro Paolo Gentiloni, estuvo marcada por una encendida polémica que retorna ahora con parecidos matices que un año atrás.

Ello era de esperar pues tanto el Movimiento Cinco Estrella (M5E) como la Liga, que forman gobierno, entre los puntos comunes en campaña electoral estuvo ir contra esa disposición refrendada por el Partido Demócrata. La controversia, destacada por algunos medios, extendida a las redes sociales, la desató un comentario del líder de la Liga, Matteo Salvini, durante una entrevista el pasado día 22.

‘Creo que 10 vacunas obligatorias son absolutamente inútiles y en muchos casos peligrosas, si no dañinas’, expresó el también Ministro del Interior a la emisora toscana RadioStudio54.

Más tarde durante una reunión sostuvo que allí ‘repetí lo que he estado diciendo sobre las vacunas durante años’.

Un tiempo después precisó que su interés era garantizar a los niños el acceso a la educación, algo que la ley prohíbe si no están vacunados, con el argumento de compulsar la inmunización en franco descenso cuando se emitió y evitar posibles contagios ante una infección.

La ministra de Salud, Giulia Grillo, exponente del M5S, respondió en un comunicado que ‘las vacunas son una herramienta fundamental para la prevención de la salud primaria’ y que la discusión en el plano político prevé las mejores formas para proponerlas a la población.

Tomaremos las decisiones apropiadas de acuerdo con los aliados del Gobierno, pero este es un tema que debe ser discutido primero por el Ministerio de Salud, aclaró y sostuvo que ‘las evaluaciones científicas no compiten con la política.

Se trabaja, precisó, para ‘encontrar la mejor solución, por un lado, para garantizar la asistencia de los niños a las guarderías y, por otro, colocar la revisión del Decreto Lorenzin (apellido de la anterior ministra) en el centro del debate parlamentario’.

Para el vicepresidente, Luigi Di Maio, líder del M5S, el contrato en la formación de gobierno de las dos agrupaciones, previó revisar esa ley y dijo que es sabido ‘todos tienen su opinión sobre las vacunas’.

También el destacado virólogo Roberto Burioni, de la norteña Universidad San Raffele de Milán, ripostó que ’10 vacunas no son inútiles ni dañinas, son las mismas que se aplican en todo el mundo’.

A través de su cuenta en las redes sociales Burioni, retó a Salvini a decir qué vacunas son ‘absolutamente innecesarias’, y qué bibliografía respalda sus afirmaciones, pues de lo contrario existiría la certeza de que el ministro del Interior dice ‘mentiras peligrosas’.

Si eso expresa quien tiene la responsabilidad por la seguridad de mi país es algo que me preocupa mucho, sostuvo el especialista.

De igual modo la exministras de Salud Beatrice Lorenzin catalogó de seria la declaración y acotó que si el titular del Interior dicta la línea sobre la atención de la salud es un hecho sin precedentes en la historia reciente de la República.

Entre otras posiciones similares de asociaciones de pediatras, higienistas y otros, destaca el comunicado del Instituto Nacional de Salud donde alerta que de detenerse los programas de inmunización ‘las enfermedades prevenibles con vacunas retornarían’.

‘Si las personas no se vacunan, pronto aparecerán enfermedades infecciosas, como difteria, tos ferina, sarampión y paperas’, apuntó el texto y destacó que las ‘vacunas son confiables y seguras’ definidas así por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Un decreto gubernamental convertido en ley en julio de 2017 elevó de cuatro a 10 el número de vacunas obligatorias y gratuitas para los niños hasta 16 años, reguladas por un calendario nacional, además de otras cuatro recomendadas.

La ley estableció la ineludible inyección, como requisito para acceder a guarderías y jardines de la infancia públicos o privados, además la violación de lo dispuesto prevé multas de hasta 500 euros.

La legislación obedeció a que de 2013 a 2016 los niveles de prevención en Italia descendieron muy por debajo del 95 por ciento como umbral establecido por la OMS.

Esa vulnerabilidad hizo, por ejemplo, que en 2017 el país sufrió una epidemia de sarampión, con más de cinco mil personas afectadas y cuatro fallecidos; la inmensa mayoría de los infestados por el virus no estaban vacunados o recibieron una sola dosis de inmunización.

(Con información de Prensa Latina)

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