Presentan primer prototipo portátil de termografía

Ciudad de México. En la Facultad de Psicología se presentó el primer prototipo portátil de termografía diseñado, construido y evaluado totalmente en México, que de forma no invasiva y en sólo dos minutos da información precisa del funcionamiento emocional de una persona.

Se trata de una cámara térmica infrarroja llamada Ave Fénix, que pesa 300 gramos. Se instala frente al paciente y sin contacto con él permite monitorear la actividad autonómica, nerviosa, relacionada con procesos emocionales como estrés, relajación o dolor. La innovación ya cuenta con registro de propiedad intelectual.

Su costo es una de las ventajas. Los equipos comerciales de termografía con que cuentan algunos hospitales son de importación y muy caros (de 60 a 80 mil pesos y hasta un millón y medio). Los componentes electrónicos del aparato desarrollado por los expertos de la UNAM, en colaboración con el doctorado en Mecatrónica de la Universidad Autónoma de Querétaro, vale 15 mil pesos y podría reducirse a la mitad si se produce en serie.

Menor dependencia tecnológica

En rueda de medios, el líder de este proyecto, Benjamín Domínguez Trejo, destacó que con esta innovación no sólo se reducen los costos, sino también la dependencia tecnológica de nuestro país. El dispositivo es económico, pero clínicamente útil.

Esta tecnología, precisó David Alberto Rodríguez Medina, también de la Facultad de Psicología, puede ayudar en casos de trastornos de dolor como fibromialgias, neuropatías o lumbalgias; de cáncer de mama o pie diabético, depresión, ansiedad y trastornos postraumáticos.

Un ejemplo son las personas que sufrieron estrés postraumático después del sismo de septiembre pasado, que puede ocasionar alteraciones en el sueño, estados de alerta permanente y afectar la calidad de vida de manera física y mental. Sin atención adecuada y a tiempo, puede prolongarse y generar ansiedad, depresión, adicciones y hasta trastornos inmunológicos.

Se evaluó en individuos para saber quién puede superar la situación por sí mismo, y quién necesitará apoyo médico y psicológico especializado. En este caso, 70 por ciento de los afectados resultaron resilientes, es decir, solos saldrán adelante, pero el 30 por ciento restante necesitará ayuda de un profesional.

Domínguez expuso que con una termografía puede saberse si hay actividad inflamatoria elevada, lo que es muy relevante, por ejemplo, para los enfermos de cáncer, pues los tratamientos no los benefician tanto si se encuentran en esa situación.

CARACTERÍSTICAS

Convencionalmente, los especialistas emplean técnicas psicológicas como mirar a los ojos de los pacientes, escucharlos y observar los cambios del cuerpo. Con esta innovación se da un paso tecnológico, nos acercamos a la psicología de precisión, a medir con exactitud los cambios emocionales que presentan las personas.

La cámara registra la radiación, el calor de un cuerpo: cuando se muestran colores rojos, las temperaturas son altas; si son azules, son bajas. En un paciente relajado se reduce el tono muscular y ello produce un estado de vasodilatación que incrementa la temperatura; si está estresado por algún problema, por un dolor o inflamación, el organismo produce vasoconstricción y la cámara detectará temperaturas bajas.

Cada imagen tiene 300 mil puntos y cada pixel corresponde a un grado de temperatura. El equipo detecta cambios pequeñísimos; por ello, permite realizar dos tipos de análisis: uno cualitativo, con la paleta de colores, y otro cuantitativo, que determina la temperatura en un punto exacto.

(Con información de Gaceta UNAM)

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