Cómo mantener en forma el cerebro

Para detener su deterioro, mantenerlo en forma y posponer males como la enfermedad de Alzheimer, hay que retar a nuestro cerebro, recomendó Federico Bermúdez Rattoni, investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular (IFC).

Aprender otro idioma, estudiar música y leer libros que nos enseñen y nos hagan reflexionar son ejercicios que ayudan al cerebro a detener o retrasar procesos neurodegenerativos, afirmó el médico, psicólogo y doctor en Neurociencias.

Al ofrecer la primera conferencia de la Semana del Cerebro en el IFC, llamada La Fuerza del Olvido. Neurobiología de la Memoria, el científico explicó que esta última es la retención de conocimiento, el aprendizaje es la adquisición de nuevo saber y la amnesia es la pérdida de la memoria.

Ante alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria reunidos en el Auditorio Antonio Peña Díaz del IFC, aclaró que hay las memorias declarativas, las cuales podemos expresar verbalmente, como ocurre con los hechos y los eventos que vivimos; mientras que las no declarativas se refieren a procedimientos, habilidades y hábitos.

Cuando la información llega al cerebro, dijo, se forma la memoria de corto plazo, pero en los ensayos cerebrales se consolida la información y se forma la de largo plazo. “La primera no necesariamente se mantiene en el cerebro, tiene una función inmediata y a veces se olvida; mientras que la segunda es la que mantenemos durante buena parte de la vida, pues se refiere a procedimientos”.

Al aprender, hay cambios cerebrales

Bermúdez Rattoni recordó a Santiago Ramón y Cajal –científico español que en 1906 recibió el Premio Nobel de Medicina por su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso y de los procesos conectivos de las células cerebrales– quien afirmó que “el ejercicio mental podría llevar a un crecimiento neuronal del cerebro”.

El investigador del IFC señaló que “cuando aprendemos algo, nuestras neuronas se van a conectar de una manera más sencilla y van a poderse hipertrofiar los circuitos neuronales”.

Mencionó que es posible que haya cambios en el cerebro con la experiencia, pues ésta lo modifica.

Comentó que las neuronas (células cerebrales) tienen unas prolongaciones llamadas axones, que generalmente comunican con las dendritas, unas pequeñas ramificaciones cortas dedicadas a la recepción de estímulos y a la alimentación celular.

Al entrar en contacto una neurona con otras se genera la sinapsis, una comunicación que relaciona a ambas. “Todo lo que hacemos en este momento, ver, oír, poner atención a lo que digo, se reduce a la comunicación entre neuronas”.

La sinapsis o comunicación neuronal se mantiene fuerte y activa entre más se utiliza el cerebro, por ello el aprendizaje estimula una buena memoria.

Si tenemos experiencias o hacemos ejercicios mentales, se propicia la plasticidad cerebral, que son los cambios que pueden ocurrir debido a la experiencia o al funcionamiento del sistema nervioso, apuntó.

Método de trabajo

Bermúdez Rattoni es un estudioso de la plasticidad neuronal, indaga la formación de la memoria y la relación de los neurotransmisores con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

En sus investigaciones, el científico combina métodos conductuales con técnicas neuroquímicas, farmacológicas y electrofisiológicas para indagar los mecanismos neuronales que participan en la formación y evocación de diferentes tipos de memorias en modelos animales. Sus trabajos buscan entender la participación que tienen diferentes estructuras del lóbulo temporal en la formación de la memoria.

Con la incorporación y utilización de técnicas innovadoras como el uso de microdiálisis in vivo y cromatografía de alta presión ha demostrado que diferentes tipos de memorias de reconocimiento podrían estar reguladas por diferentes vías neuronales.

(Con información de Gaceta UNAM)

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