Jóvenes mexicanos trabados por empleos precarios

El 44.3% de la juventud (12 a 29 años) vive en situación de pobreza; en tanto, 60% tiene empleos informales y precarios

Ciudad de México. De los 39 millones de jóvenes de 12 a 29 años que hay en México, 44.3% vive en situación de pobreza, mientras que 60% tiene empleos informales y precarios, señaló el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Antonio Pérez Islas, durante la inauguración del Congreso “Jóvenes en movimiento, realidades, acciones y proyecciones”.

Pérez Islas afirmó que el bono demográfico que los jóvenes representaban para el país se está convirtiendo en un pagaré difícil de cobrar.

El coordinador del Seminario de Investigación en Juventud, señaló que, pese a que los jóvenes representan 31% de la población total, un 50.6% de ellos tiene un ingreso mensual inferior a la línea de bienestar, lo que no les permite adquirir una canasta alimentaria ni servicios básicos.

Además, 41.2% de ellos no cuenta con ningún tipo de prestación laboral y 64% carece de seguridad social, de acuerdo con el último informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), referido por el académico.

Ante esta situación, que representa un abanico de realidades, Pérez Islas, expresó que el sector de la población integrado por los jóvenes reclama políticas específicas para su atención en las escuelas, las familias y los mercados de trabajo.

“Ellos no son el problema, es la sociedad. Si esta sociedad es democrática, generará jóvenes demócratas; si es violenta, serán producto de la violencia. Lo que hagamos con la juventud será el país que tendremos en el porvenir”, puntualizó.

Por su parte, Alberto Ken Oyama, secretario de Desarrollo Institucional, coincidió en que este sector enfrenta un mundo con contradicciones y paradojas, en el que coexisten las más pronunciadas brechas de inequidad y desigualdad, en donde los más altos índices de inseguridad y violencia conviven con los mayores avances en las ciencias y las humanidades.

En este sentido destacó el papel de las universidades como lugar de formación para los jóvenes, y agregó que la UNAM atiende a más de 350 mil de ellos, con la finalidad de que adquieran y cultiven valores que les permitan encarar de manera sana su entorno, que privilegien el diálogo y la razón, la actitud propositiva y creativa, así como la pluralidad y la diversidad como condiciones irrenunciables para su convivencia.

“La juventud tiene en las universidades un espacio único para la gestación de su libertad, que sólo se obtiene por el camino del conocimiento. Éste es un ámbito civilizador por excelencia, en el que se da su formación ciudadana enmarcada en la ética, el compromiso y la responsabilidad para la construcción de una sociedad justa, democrática y con la equidad que todos anhelamos”, agregó.

Sobre el Congreso, realizado de manera conjunta con distintos seminarios de la UNAM,  la directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), Leticia Cano, explicó que se trata de un espacio de reflexión, análisis y debate de las problemáticas que enfrentan los jóvenes, así como de una oportunidad de construir estrategias y directrices para nuevas políticas públicas, modelos de intervención multidisciplinarios que mejoren la cohesión social, su convivencia y la garantía de sus derechos humanos.

Mientras que Nelia Tello, coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario de Violencia Escolar, señaló que, para este espacio de investigación, los jóvenes juegan un papel central y entienden a la violencia no como un asunto de biografía individual, sino de un sistema social violento, por lo cual trabajan en la construcción de contextos en los que no se manifieste la violencia extrema.

En tanto, la consejera representante del alumnado de la ENTS, Karla Paola Pérez, sostuvo que las condiciones de vida de los jóvenes y su alta vulnerabilidad son asuntos que conciernen a todos, y obligan a repensar nuevas estrategias y modelos de atención para este sector, para su inclusión en un país con un tejido social dañado, que requiere de procesos de reconstrucción.

El encuentro, donde se abordarán temas de género, diversidades, inclusión, derechos humanos, desigualdades, pobrezas, violencias e inseguridad, a través de la voz de los jóvenes, fue inaugurado por el rector de la UNAM, Enrique Graue.

A la cita acudió Juan Carlos Narváez, en representación de Luciana Gandini, coordinadora del Seminario Universitario de Estudios sobre Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación (SUDIMER), así como estudiantes de la ENTS y diversas escuelas del país.

(Con información de Proceso)

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